martes, 2 de octubre de 2012

Lakers, viejo conocido

Los Angeles Lakers Reloaded

Debo comenzar este post, por respeto a ustedes, haciendo público mi abierto fanatismo hacia este equipo. Así como la mayoría de latinoamericanos se estresa, sufre, celebra y se emociona con los goles de su equipo de fútbol favorito; yo padezco lo mismo con el equipo dorado y púrpura. Creo que sería un error ocultarlo y negarlo. Lejos de hacer que yo les regale flores y adjetivos favorables, esta pasión hace que yo me vuelva más crítico y demande más cosas de los jugadores y el cuerpo técnico. Les pido que si en algún momento sienten algún sesgo favorable o desfavorable hacia el equipo, coméntenlo, se conversa, se mejora.

Habiendo develado mi preferencia, comienzo el análisis.

A Los Angeles Lakers siempre se le va a pedir protagonismo. Con 16 títulos en sus vitrinas, es la segunda franquicia con más trofeos en la NBA, detrás de los Boston Celtics. No solo tiene que ganar, tiene que hacerlo jugando bien, dando espectáculo, a lo Hollywood. Para eso se necesitan estrellas; Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Jerry West, "Magic" Johnson y Shaquille O'Neal son algunos de los jugadores con los que ha contado este equipo, todos miembros (y un futuro miembro, en O'Neal) del Salón de la Fama. Por eso se le exige que sea contendiente al título, y a este nuevo equipo aún más.

Llevo por lo menos dos años creyendo y comentando que a los Lakers les faltaba un armador, alguien que pudiera dirigir el ataque y que, sobre todo, le pudiera quitar el balón a Kobe Bryant ya que a sus 34 años, no puede seguir tratando de hacer todo en un equipo. Tarea difícil. Los Angeles necesitaba un jugador que armara jugadas tanto para los internos como para su estrella principal. Derek Fisher y Steve Blake no estaban cumpliendo ese trabajo, se dedicaban a apoyar a Bryant cuando este necesiba salir de una presión y eran considerados más tiradores que armadores. Ese armador no podía ser cualquiera. Por más capacidades que demostrara, tendría que ser alguien que, principalmente, sea respetado por Kobe, capitán del equipo; no le podía restar protagonismo, pero tendría que tener la autoridad y capacidad para mandar las jugadas en la cancha. A mí se me ocurrían dos, Jason Kidd y  Steve Nash. Llegó el segundo. El canadiense es ideal para jugar con Bryant. Es de los armadores que vive del pase y no de anotar. Promedió 10,7 asistencias (quedando segundo en la NBA en asistencias por partido) y 12.5 puntos por partido; además de 3 rebotes. Ofrece también un arma que escaseaba en Los Angeles, el tiro de tres puntos, abriendo espacio para el juego interno también renovado del equipo.


No contentos con el armador, fueron por más. Fueron por el jugador con el que llevaban un romance de años, pero un romance complicado, de adolescentes, de quiero pero no quiero, te miro y después me volteo. Dwight Howard era el jugador con el que toda la ciudad soñaba después de la partida del gran Shaquille O'Neal. Lo decía el anterior técnico de los Lakers, Phil Jackson; si a él le daban a escoger un jugador con el cual comenzar un nuevo equipo, ése era Superman. Bueno, llegó. Y qué trae a la mesa; trae, al igual que Nash, cartas importantes que faltaban en L.A. Ofrece, a diferencia de Andrew Bynum quien se fuera a Philadelphia en el mismo traspaso que trajo a Dwight a Los Angekes, consistencia. Trae 14,5 rebotes por partidos, 2 tapas, 20,6 puntos. Fue el segundo jugador con más dobles-dobles en la NBA la temporada pasada. Es un jugador consolidado. Ojo, tampoco se va a morir si es que no anota 20 puntos por partidos, no se va a pelear por puntos con Bryant, su trabajo es en la pintura y él lo sabe. Y Kobe ya conoce las ventajas que trae jugar con un hombre grande y dominante en la pintura. Si bien la relación con Shaq no era la mejor, ganaron juntos tres campeonatos. Los Angelinos sueñan con que se repita lo mismo.

¿Algo más? Sí, los que se quedaron. La principal preocupación desde que se conocían las intenciones de los Lakers por obtener a Dwight Howard era perder a uno de los jugadores más versátiles de la NBA, Pau Gasol. Por suerte (para los angelino, claro está) se quedó Él anota 17,4 puntos, coge 10,4 rebotes, promedia 3,6  asistencias y 1,4 tapones. Un poco de todo. Además, puede jugar de ala pivot y de centro. El año pasado estuvo entrenando (y anotando) triples. Junto a Dwight Howard son tal vez la dupla más dominante en la zona desde las torres gemelas de San Antonio, con Duncan y Robinson.


Kobe Bryant. Qué se puede decir sobre él. Números de la temporada pasada: 5,4 rebotes, 4,6 asistencias, 1,2 robos y 27,9  puntos (segundo en este rubro en toda la NBA). La Mamba Negra, a sus 34 años, es uno de los jugadores más competitivos y con más sed de gloria que ha tenido la NBA. Llamado a ser un sucesor de Michael Jordan, los cinco títulos lo dejan a uno de igualar la marca del grande de Chicago. La mayor duda aparece en cuanto a la relación con los compañeros. Los Lakers juegan al ritmo de Bryant y eso no va a cambiar. Durante las entrevistas del Día de los Medios, el número 24 de Los Angeles comentó que este seguiría siendo su equipo y creo que nadie tiene pensado cambiar eso. Si la madurez alcanzada y las ganas de igualar al mejor de la historia jugarán a favor de Kobe depende de él. Con menos responsabilidad al momento de manejar el balón y con jugadores en la pintura que preocupan a los rivales Bryant debería tener más espacio, menos doblemarcas y más tranquilidad para escoger sus tiros. 

Ahora bien, todo suena muy bonito con los números, las estadísticas en sus antiguos equipos, los títulos individuales, etc. Eso no garantiza nada. La química entre todo el plantel es fundamental para pasar de grandes individualidades a un juego armonioso entre compañeros. Mike Brown tiene una tarea importante y complicada. Ahora se verá realmente la calidad que tiene como entrenador. El año pasado, por motivos de la huelga de jugadores, el comando técnico no pudo hacer una pretemorada correcta y tuvieron que ir realizando ajustes en las tácticas ofensivas y defensivas durante la temporada regular. Por ejemplo, regresaron al triángulo anteriormente usado por Phil Jackson por pedido expreso de Bryant. Ahora, con más tiempo, con una buena planificación, se espera que el equipo pueda absorber y entender la filosofía del técnico.

No por juntar un puñado de estrellas te garantizas un título. Si no, recuerden a los mismos Lakers cuando juntaron a Gary Payton, Karl Malone, Kobe Bryan y Shaquille O'Neal. Se necesta entendimiento, predisposición y buena voluntad de los jugadores; capacidad de manejo de grupo, de egos, por parte del técnico, por eso lo ubicamos detrás de Miami Heat y de OKC Thunder como contendiente. ¿Serán capaces de ser un equipo? ¿Cuándo? Mi corazón espera que sea esta temporada. Mi cabeza no opina, por eso no se recomienda apostarle a tu equipo. Cuéntanos qué opinas tú, contestando la encuesta!



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